¿De dónde viene la tradición de hacer regalos a los empleados por Navidad ?
La Navidad y los regalos de empresa personalizados:
En primer lugar, tenemos que remontarnos al Impero Romano para encontrar los primeros indicios de regalos hechos a los empleados en el periodo navideño.
En aquellos tiempos, se empezó a obsequiar por parte de los patronos, a los “clientes”. Los clientes eran personas, que por lo general eran pobres y desfavorecidas y se ponían a disposición del patrón, con el propósito de recibir solo a cambio, sustento y protección para ellos y sus familias.
Era costumbre entregar una cesta de alimentos a los “clientes” para celebrar la fiesta pagana Saturnalia. Esta festividad te tenía lugar el 17 de Diciembre.
Así mismo, la tradición anglosajona, cuenta con su propia historia para los regalos de empresa. Esta historia se remonta a la época el antiguo imperio anglosajón. El Boxing Day, celebrado el día de San Esteban, en el que los nobles, entregaban cestas o cajas de Navidad a su servidumbre, generalmente, estas cajas contenían alimentos. El Boxing Day se celebra el 26 de diciembre.
A España la costumbre llegó varios años más tarde y fueron las administraciones públicas, las que, a finales del siglo XIX empezaron a regalar “cestas de Navidad” a los funcionarios. El objetivo de estas cestas, era mejorar un poco, el precario estado en el que se encontraba la mayoría del funcionariado en aquella época. Poco a poco, esa costumbre llegó también al sector privado, estableciéndose como parte de nuestra tradición Navideña.
Esta tradición está fuertemente arraigada entre
En la actualidad, los empresarios buscan motivar y sorprender a sus empleados y clientes con los regalos de Navidad.
A las cestas o lotes de Navidad se van uniendo los regalos tecnológicos, experiencias, bonus en forma de dinero o regalos personalizados.
En los últimos años, son muchos los que han mezclado tradición: añadiendo a el clásico turrón, la botella de cava o el jamón, un artículos tecnológico personalizado con la imagen de la empresa, como unos auriculares o un cargador inalámbrico personalizado o una botella personalizada con un mensaje que transmita los valores de la empresa.
Muchos son los que optan por hacer una caja personalizada con diferentes artículos que lleguen al corazón del empleado y le saquen una sonrisa al recibirlo.
